Siempre hay personas que nos rodean que son espirituales, tempranito recibí estas palabras: “Esta lloviendo, pero no importa, porque es dulce escuchar las melodías que interpreta la lluvia, en alabanzas a Dios”; waaoo, estoy rodeado de personas poetas, y no te he escrito nada aun.
Mis dedos hoy no son tan ligeros, como aquellos labios que pronunciaron “tener su lengua como pluma de escribiente muy ligero”, claro, no son los mismos casos, ni las mismas personas.
Pero cóomo dejar de pensar en ti, es luchar contra la corriente, es sacarle agua al mar con un vaso, cuando pienso en ti, nace en mí un suspiro nuevo, y siempre encuentro un motivo de querer estar contigo, cuando pienso en ti mi mundo se detiene y anhela tu sonrisa que tan fácil me vence, pues digo ser fuerte, mas frente a ti cuan débil soy.
Cuando pienso en ti todo me dice tener sentido y nada me interesa más que tú presencia, cuando pienso en ti quiero verte de nuevo y aunque sé estás lejos, mi corazón te siente cerca.
No escribo para herirte, no escribo para conquistarte, no escribo para lucirme, escribo para no morir solo, pues nuestra mente es capaz de hacer cosas que ni nos imaginamos, sino, pregúntale a John Forbes Nash.
Pero debo decirle a mi mundo que en la tierra hubo un corazón que amó, que no teme amar, que falla, que se equivoca, que llora, que no teme ser engañado, estuvo vacío, tú lo llenaste, posiblemente te interese saber como está hoy, coming soon.
Abraham Rivera
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