viernes, 29 de julio de 2011

Y llegaste tú…

En el momento indicado… preciso instante donde había convencido mi corazón de su desventura… cuando le regañaba por sus malas decisiones…  por su engañosa  fama… perseguida por muchas,  rechazada por otras… conocida por pocas; y ahí, llegaste tú… dichoso silencio cuando sin querer   te apareciste,  cambiando  todo… añadiendo música a mi oscuridad…dándole sentido a mi conducta…  con manos suaves  e intención inocente… poniendo en evidencia  mi  historia… si, esa  que ya no quiero ocultar… 
 
Quise ignorar tu llegada pintando tu rastro con obsesión… que iluso… me fue imposible… toda mi vida templó… agradable compañía que me hace más fuerte… aunque  ante ti me conviene  ser débil… a lo mejor así te dé pena y me dejes caer en tus brazos… y créeme… aprovecharé la oportunidad… pues  aprendí de mi cuñado… que el amor expresado con palabras pierde su esencia sino se toca una mano

Y Llegaste tú…a mi vida…te encontré  sin andarte buscando, y tu sin querer ser hallada por mi… dejando  atrás mil recuerdos… con temor en tus ojos… los mismos que no se atreven a mirarme  por más de un minuto…llegaste… convencida de que amar no es fácil, nunca he creído lo contrario… sólo que, quiero vivirlo contigo… tenemos la ventaja de que ya lo sabemos… no te invito a correr un riesgo, te invito a creer…

A tu llegada mi corazón latió fuerte… y aunque ahora sonríe  al escribirte… tampoco  te ocultaré que también llora, te confieso que, a pesar de que quise llenar este escrito de versos para ti… pues siento… es mi última oportunidad… no pude… pero lo que más me avergüenza no es eso… sino, que si ella llegase a leerlo… es porque no pude leérselo personalmente, y darle mi bendición…

Abraham Rivera  

No hay comentarios:

Publicar un comentario