Sólo transcurrieron tres días desde la última vez que te vi… me ha parecido una eternidad… en tantas ocasiones he disfrutado ver tu porte… levanto mi mano derecha y confieso… deseo contemplarlo una vez más, aunque sea de lejos… escuchar tu silencio, considerar tu sonrisa escondida de mí y una vez más acercarme… e inventar excusas para establecer conversación contigo… pues aquella noche aunque me dijiste adiós, te fuiste… te esperé…tantas ganas de terminar la conversación tenía, tengo… y así las gotas de lluvia me hicieron confundirlas con tus pasos… aun te espero…
Al pensarnos juntos… muchas dudas han invadido mi mente… y me huele a que también las tienes…me atrevería a apostar que, al igual que yo, aun así estas dispuesta a intentarlo, quiero sea más que un intento…
En esa ocasión te escribí promesas extrañas… de interpretación urgente, promesas que deseo cumplir… quise y quiero descubrirte que estoy dispuesto a entregarte mis sueños... sacarlos de ese cajón, desempolvarlos y cambiarles el nombre de propietario a propietaria…
La última vez que te vi… esa tarde, nos miramos entre ojos, como costumbre volviste tu rostro y te exigiste concentración… ya que has creado un nombre…no alardees mucho, sabes que puedo cambiarlo…
Reconozco las excusas existentes; no obstante te invito a confiarme tus reservas… tus misterios, temperamento y celos… compartir tus dudas… y abrazar tus huellas…(Regálame un beso de esos que tienes guardados, pues eso podría salvarme la vida, ¡¡perdona mi ligereza e imprudencia!!…)
Al hallarte no puedo dejar de sonreír…es más que encontrar un hermoso vientre… eres mucho más que eso… es alcanzar benevolencia…he jugado a ser feliz… por desesperado, por no aguardar el tiempo…por no querer llegar a viejo y sin pareja ♫♪♫, pero al pensarte pones todo en su lugar… y suavecito me incitas a caminar idiotizado por tu esencia…
La última vez que te vi… logré robarte una parte de tu tiempo, entre palabras y miradas rogaba que veas la química que existe y niegas…
Abraham Rivera.-